¿Viajar para salir de tu zona de confort? | Patricia Álvaro

Creo que las cosas más increíbles de la vida ocurren cuando estás en movimiento.

image (58)Desde hace tiempo ha habido un tema que me ha llamado la atención, no me preguntéis por qué. Ese tema al que me refiero es la “zona de confort”.

A veces cuesta arrancar. Y esta vez me está costando. Hace un mes que acabé mi Erasmus y todavía no me siento «en casa» totalmente; así que no caigáis en esa trampa y quedaos todos quietecitos en España. Volviendo al tema, ¿por qué me ha pasado esto?. Estuve un tiempo en Cracovia y me acostumbré a mi pequeña rutina polaca; parecen tonterías, pero no lo son: Mirar todas las mañanas por la misma ventana, dormir en el mismo colchón, coger mi bici para ir a la universidad, salir a caminar por la ciudad con rumbo prefijado, leer y escribir en bares perdidos del barrio judío, compartir todo con las mismas personas día tras día, soñar con viajar otra vez y esperar con paciencia a que llegara el momento. Salir, beber, el rollo de siempre…nananana.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAY el momento llegó tan de un día para el otro, que me costó salir de ese «sueño» y volver a la realidad. Todavía estoy en eso, dando pasitos de un lugar al otro, asomándome a ese estado que antes me resultaba tan natural. Porque sin darme cuenta, mi cuerpo se acostumbró a ciertas costumbres. Mi comodidad se volvió tan concreta y limitada que me fue muy difícil cruzar esa frontera de supuesta seguridad que construí en Cracovia y volver a encontrarme en mi vida habitual, la que he tenido durante 21 años.dsc_6900Pero en esa zona desconocida e incómoda es donde ocurre la magia, dicen. Cuando nos animamos a salir de lo predecible es cuando empiezan a pasar las cosas que probablemente no hubiesen ocurrido de habernos quedado en nuestra burbuja.

Pues eso, la inspiración me ha venido después de un viaje, una etapa del camino de Santiago que hice la semana pasada. Y yo me pregunto… ¿podría ser incluso ese un ejemplo de salida de la zona de confort?. De eso escribiré en este artículo e intentaré dar mi punto de vista sobre ello y haceros ver que está más presente de lo que creíamos en nuestras vidas, muchas veces sin darnos cuenta.

DSC_6807Permanecer en comodidad es como estar en un refugio en el que no experimentaremos emociones negativas. Y no tiene por que ser malo estar en esta zona, ya que a veces nos aporta una fortaleza que en muchas etapas de nuestra vida es muy necesaria para poder llevar el día a día satisfactoriamente y tener una estabilidad emocional. Mi abuela me decía un dicho muy apropiado para esta ocasión, “en tiempo de tormentas no hagas mudanzas”, lo que quiere decir que cuando pases malos momentos, es mejor esperar a que se reduzca ese problema para pensar más tranquilamente. Sin embargo, es necesario en algunas ocasiones salir de esa zona para tener nuevas experiencias y ver lo que hay fuera de tu círculo.

IMG-20170305-WA0167

Existe mucha gente que no se atreve a salir de su zona de confort y prefiere estar toda su vida sintiéndose seguro, con lo que ya tiene y no queriendo cambiar nada. Yo creo que por muy feliz que seas ahora mismo, al final, la rutina es mortal. Quizás esto tendría que ver con una frase que nos dice el gran Sabina: “Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver”. Cuando algo te hace estar contento, con el tiempo irá disminuyendo tu interés por ello, y por eso, hay que intentar innovar en vez de quedarse anclado en el pasado.

Debes atreverte a cambiar cosas porque si las personas no evolucionamos, vivimos nuevas experiencias o tenemos retos, empezaremos a perder las expectativas y nuestra capacidad para ser felices. Así mismo, tal y como explica J. Bucay, existen dos tipos de personas, las que se ponen expectativas muy amplias y tienen mucha frustración en sus vidas y las que se ponen expectativas muy próximas y fáciles de obtener. Ninguna de ellas llega a ser nunca feliz, pero especialmente las segundas son las que no son capaces de salir de su zona de confort, habitualmente por el miedo a la frustración y para evitar el estrés que provoca afrontar un cambio.

dsc_3349

Si nuestro entorno evoluciona, pero nosotros no, pueden aparecer problemas sociales o en pareja, pudiendo llevar a la persona, en un caso muy extremo, al aislamiento. A muchas personas, les ocurre que se sienten aburridas y necesitan un cambio en su vida, pero no saben qué hacer para conseguirlo. Seguramente la salida tendrá sus riesgos, provocará ansiedades, inseguridades, nos planteará retos… Pero me pregunto, ¿qué es la vida sin un poco de riesgo?.

dsc_2600En mi caso, quiero ver mi potencial, de lo que soy capaz.  Hay muchas maneras de averiguarlo pero he descubierto que viajar es una de las más completas.

Todo cuanto imagines que puede ocurrir en un viaje, ocurrirá. Incluso puede que pienses que no ocurre nada, y sin embargo, está ocurriendo más de lo que jamás imaginases.

dsc_5216Y de viajar no me refiero a coger un vuelo al Caribe, o a hacer un año sabático para «pensar» mientras los papis te pagan todo tu trayecto. No, viajar también puede ser cogerte el autobús e irte a la sierra de Madrid a pasar el día, dedicarte tiempo para ti en cualquier lugar, subir al norte de España a disfrutar de los paisajes, incluso leer un libro. Esa es otra forma de viajar con la mente.

Los que se quejan y dicen que no pueden salir de su rutina porque no tienen dinero suelen llevar debajo del bolsillo un Iphone o suelen irse de rebajas y terminan comprándose ropa de nueva temporada. Que cada uno es libre de hacer lo que quiera eh, simplemente es cuestión de prioridades. Y algunas veces excusas…dsc_2880En el año 2013 empecé la universidad. Todo funcionaba normal. Tal y como la sociedad nos presiona para que funcione. Acabar bachillerato con 17-18 años, pensar en menos de un mes (para los que no tienen vocación) a lo que quieres encaminar tu vida y estudiar una carrera. En los últimos años la cosa iba como tenía que ir. Hice amigos, iba aprobando mis asignaturas, estuve al mismo tiempo trabajando en algunas empresas y mi vida funcionaba bien. Pero sentía que estaba estancada.

dsc_5082No me malinterpretéis, estaba contenta. La verdad es que la vida me sonreía y ya me había convertido en la chica libre e independiente que soy hoy. Con mis horarios, con mis varios meses de vacaciones al año, con mi despertar de cada mañana y acostándome cada noche pensando que estaba en el camino correcto.

Pero quería ver de nuevo de qué era capaz. Y no hay mayor satisfacción que cuando cumples un sueño y te marchas en dirección hacia otroY siempre con la sensación de un trabajo terminado, de un trabajo bien hecho.

dsc02470No sé si es por los valores que me han transmitido mis padres o por la personalidad que me he ido creando, pero desde bien pequeña, aunque me dieran miedo los cambios, me picaba la curiosidad. Necesitaba vivir con emociones constantes para sentirme feliz y es así como he encaminado mi vida. Haciendo cambios, viajando e intentando caer lo más mínimo en rutina.

Las personas a las que nos gusta la aventura hacemos lo posible para salir de nuestra zona de confort para sentirnos bien, pero inmediatamente queremos remplazarla por otra.

dsc_3181Busqué mi zona de confort allá donde fui y siempre cambié una por otra. Y eso me hizo aprender algo por el camino. Aprendí que salir de esa comodidad requiere un esfuerzo constante por nuestra parte y que buscar esa magia es una tarea difícil a veces. Significa luchar contra nuestro instinto más primigenio de búsqueda de seguridad.

La realidad es que los momentos de mayor euforia, excitación, alegría y felicidad los he experimentado precisamente en el momento de cambiar de un lugar a otro.

En el momento de iniciar una actividad. En el momento de probar algo nuevo. En el primer pensamiento alejado de los pensamientos rutinarios. Todo empieza en la mente y termina cuando nuestras acciones y pensamientos se convierten en rutina.

DSC_1882Recuerdo con detalle mi alegría y euforia en cada ocasión de los últimos años que he cruzado esa línea:

El día que me subí al avión para ir a Chicago. El día que visité en Escocia a una familia que hacía 9 años que no veía. El día que me dijeron mi destino Erasmus. El día que me subí al autobús para ir a Ucrania desde Polonia. El día que hice mi bautismo de buceo. El día que nos subimos 3 en una moto en Marrakech. El día que llegué a Francia sin haber dormido. Mi primer día en Cracovia. El día que me dió un arrebato y me planté en Portugal. El día que más kilómetros hice con el coche. El día que me perdí en Budapest.

Aun así, creo que la vida siempre ha de ser un equilibrio en todo lo que hagamos. Si siempre buscamos salir de nuestra zona de confort, no entraremos nunca en uno de los mejores estados que existen en la vida, nos perderemos necesariamente una de las mejores sensaciones: el estado de fluir.

dsc_2936Me atrevería a decir que estos 2 conceptos son los que mueven ahora mi vida. Salir de mi zona de confort y fluir. Una montaña rusa que hace que los sentimientos y las emociones estén siempre a flor de piel. Y moooooola mucho. 😀

Todo esto os lo cuento, a parte de que hoy me sentía inspirada y pensativa, para que los que os sintáis identificados, le deis un giro y saquéis vuestras propias conclusiones.

DSC_3209

Gracias por leerme 🙂

10 comentarios sobre “¿Viajar para salir de tu zona de confort? | Patricia Álvaro

  1. ¡Te entiendo perfectamente! Y estoy totalmente de acuerdo con que salir de tu zona de confort viajando es una de las formas más completas de conocerse a uno mismo.
    Cuando era adolescente recuerdo que mis amigas me decían que en los veranos no paraba quieta haciendo cursos. Me pegaba meses antes buscando por Internet todo tipo de becas para hacer cursos fuera de mi ciudad, ya fuera en la ciudad de al lado o en la otra punta de España. Me encantaba hacer eso -y me encanta- porque el tramitar cosas, buscar, igeniártelas, sobreponerte a los problemas (SIEMPRE hay algún problema con el papeleo, bien lo sabrás con el tema Erasmus), el improvisar, organizar, buscar alojamiento, llegar al lugar etc. son cosas que me hacían retarme a mí misma y hacerme ver de todo lo que era capaz. Anda que no me he perdido veces en una ciudad desconocida… Por no hablar de todo lo que aprendía en los cursos y de todas las personas que conocía.
    Salir de la zona de confort da un miedo terrible -a mí sigue dándome-, pero una vez lo pruebas, te enganchas.
    Todo el mundo debería probarlo alguna vez.

    ¡Un saludo!

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario