¿Escocia o Polonia?

1.384 kilómetros de sentimientos…

Sí, esa es la distancia a la que se encuentran dos de los lugares que más me han marcado a lo largo de mi vida. Y entre ellos, casi a la misma distancia de uno y otro, estoy yo, en mi ciudad, Madrid.

dsc_3181Os estoy hablando de dos países completamente distintos a nivel cultural, social, económico, político, geográfico, histórico, etc. Muy pocas cosas son las que saco en común de ambos. Sólo una diría yo. Y esa una es que, los dos han marcado algo en mi vida y me han cambiado como persona. Aunque de cada sitio que voy me llevo algo, el hecho de vivir un tiempo en un país te hace aferrarte mucho más a él. Como si de una persona se tratara.

Por eso mismo, mucha gente me pregunta: ¿Con qué te quedas, Escocia o Polonia?

No-se-pue-de-com-pa-rar… Pero voy a  hacerlo.

Desde hace unos 10 años, Escocia ha sido (y será) el país número 1 en mi ranking de preferencias. El caso es que mi Erasmus me hizo vivir 5 meses de completa y constante felicidad. Una felicidad que no es real puesto que se vive una burbuja en su punto más alto, que no puede mantenerse por mucho tiempo. Es decir, de una manera menos cursi, un tiempo que pasó a modo relámpago y que cuando pasa se recuerda como un sueño breve y muy intenso.

IMG-20170621-WA0050En cada uno de ellos he vivido experiencias distintas. Uno me dió la mejor etapa de mi vida a nivel familiar (cuando tenía 10 y 11 años), personal y laboral (cuando tenía 21). El otro me dio la mejor etapa a nivel estudiantil, personal también y a nivel de amistad y experiencia de vida. Al no poder quedarme con ninguno de los dos, mi cabeza ha hecho una breve distinción:

Escocia

Como país y a modo naturaleza, tiene más encanto. Considero que tengo un vínculo especial con lugares que allí pisé. Siento como si en parte fuera algo mío, una energía distinta. Si a alguien le ha pasado, me entenderá. Tampoco tiene más explicación.

Recomiendo y recomendaré a todo el mundo que vaya allí, al menos una vez en la vida.

Como ciudad, Edimburgo me enamoró. Desde que fui en 2007 y 2008 hasta que volví en 2016. Todos sus rincones se quedaron parte de mi. El único inconveniente es que no viví allí. Mientras veraneé con mis padres, vivíamos en una casa en medio de la nada, que estaba a unos 40 minutos de Edimburgo y lo mismo pasó cuando fui un verano a trabajar. Vivía en un pueblo-ciudad a 30 minutos de la capital. Intenté ir todo lo que pude y más, pero no tuve la suerte de disfrutarlo y verlo día a día. Aun así, ciudad con ambiente juvenil, pubs de película y personas peculiares con las que disfrutar.

El recuerdo general que me llevé hace 1 y año y medio fue de experimentar la independencia en estado puro y de experimentarme. Era mi primera vez fuera de casa durante más de un mes (Chicago no cuenta). Me tuve que apañar en un trabajo nuevo, con un idioma (escocés) que me sonaba a chino y viviendo en un piso con gente que acababa de conocer. Aprendí mucho, viajé mucho también y me volví con la mejor sensación que uno puede tener, el sentimiento de haber hecho las cosas bien. 🙂

dsc_2600

Os dejo aquí las entradas que he escrito sobre Escocia:

Polonia

Como país me sorprendió positivamente. Como ya os dije, yo no sabía NADA de este lugar con nombre de frío, sensación de tristeza y perdido por el este de Europa. Viajé a las principales ciudades incluso a pueblos perdidos. Las montañas de Zakopane, la reestructurada Varsovia, su lado más Báltico…

Me he prometido volver cada año, pero a la ciudad que me ató y que ya todos conocéis (por mi) aunque no hayáis estado. Pero tenéis que ir. Poco más que contaros que no sepáis. Lo que me ha dado este lugar ha sido mucho más que un simple Eramsus. Me ha dado riqueza cultural, independencia, buenas personas, amigos. Ha hecho que me encante pasear por sus calles a -10ªC, a recordar su olor a Pierogi o pararme cada noche a escuchar al trompetista de la plaza. Pero sobre todo, me ha dado una casa de la que siento que todavía no me he ido. Hasta a veces me siento un poco polaca (y no en belleza precisamente). El conocerme todos y cada uno de sus rincones como la palma de mi mano y poder recordarlos casi cada día ha hecho que quiera volver. No a vivir, no sería igual y no quiero que cambie el sabor que me llevé. Volveré dentro de poco, espero, a intentar volver a sentir esa sensación, difícil de recuperar pero taaaaan feliz de poder recordar.

dsc_6900

Os dejo aquí las entradas que he escrito sobre Polonia:

Coooonclusión: Difícil, muy difícil comparar estos dos lugares, pero si tengo que poner en una balanza, como país en general, me quedo con la «Magic Scotland» y como ciudad, me quedo con mi Krakow.

Sinceramente pienso que cuantos más países y ciudades conozca a lo largo de mi vida, en más pedacitos se irá partiendo mi corazoncito. Y no por los lugares precisamente(que también), si no por las personas que me iré encontrando por el camino…

¡Feliz jueves a todos! Me despido con un pequeño reportaje  de selfies, fiestas y otros recuerdos de cuando dejo a un lado mi cámara y me socializo 😉

See you soon!

Escocia

 

Polonia

 

Instagram: patrigraphy

Sabes que has vivido en Escocia cuando…

A 2.457 kilómetros de casa…

Pasado un mes y medio desde que llegué de Escocia, he ido echando de menos y de más ciertos aspectos de la rutina diaria que tenía allí. Pensando y pensando, mi cabeza ha hecho una pequeña recopilación de los mayores choques mentales que tuve mientras estuve allí viviendo.

Aquí os dejo algunas de las anécdotas más graciosas que experimenté en ese tiempo.DSC_3349.JPG

Sabes que has vivido en Escocia cuando:

  1. Cuando llegas a España y ves que puedes lavarte las manos sin abrasarte o que se te caigan a trozos por el frío.
  2. Ves a gente con pantalones cortos y chanclas mientras está diluviando.
  3. Ves a cierta gente mear mientras «habla por teléfono» en una cabina. (Real, lo vi en más de una ocasión)
  4. Te acostumbras a cenar a las 6pm.
  5. Has dicho “cheers mate” mirando a los ojos cada vez que brindabas.
  6. Ves a gente mayor ponerse borracha en algún pub de la cadena Wetherspoon.
  7. Te has planteado seriamente montar una empresa de persianas.
  8. No puedes parar de ver gente rara y piensas si ellos pensarán lo mismo de ti.
  9. Una de cada cuatro palabras que oyes en la calle es “fuck it”.
  10. Has probado el “Haggis” (Morcilla escocesa) y el “Fish & chips” (el pescado empanado de toda la vida, con patatas fritas).
  11. Te haces a la idea de que no vas a probar un pan decente hasta que vuelvas a España. (Y no, el pan Bimbo no es un pan decente).
  12. Casi todas tus frases empiezan con un “Honestly”.
  13. No te sorprende ver a una abuela, su hija y su nieta bailar juntas en un pub.
  14. Miras desesperadamente el tiempo en Google a todas horas.
  15. Te das cuenta de que la religión mayoritaria no es el Cristianismo sino el Rugby.
  16. Dices y oyes la palabra “sorry” al menos diez veces al día.
  17. Acabas saludando y sonriendo a todo el mundo por la calle.
  18. Aprendes que «Ta» es «Thank you» en escocés.
  19. Has tapado la alarma de incendio con un calcetín.
  20. Te has preguntado acerca de la fauna existente en tu moqueta.
  21. Sabes que ir a las Highlands es conducir entre miles de ovejas, ver castillos y saludar a todos los coches que se te crucen en el camino.
  22. Te echan de una discoteca a las 2am.
  23. Sabes que el concepto de “cubata”, “café” y “panestán a años luz de lo que el resto de nosotros conocemos.
  24. Sabes que llevar la Kilt (Falda escocesa) es todo lo contrario a ser un marica.
  25. Corres para cruzar un semáforo porque apenas duran 4 segundos.
  26. Ves las cuatro estaciones en tan sólo un día: primero sol, luego lluvia, nieve, granizo. Y otra vez el sol y la lluvia, y…«Four seasons in one day»
  27. Has probado Irn-Bru y te ha encantado (Lo estoy buscando en España).
  28. Te supone un gran esfuerzo tratar de convertir de Farenheit a ºC, de Millas a Kilómetros y de Libras a Euros, pero sabes de sobra que una pinta son 0,56 litros.
  29. Has probado el famoso whisky escocés y no has podido evitar poner mala cara.
  30. Te planteas el funcionamiento de los negocios si su hora de apertura es la misma que la de las oficinas (09:00-17:00).
  31. Comer en McDonalds es la comida más saludable que te puedes imaginar.
  32. Te sientes la persona mas monjil cuando sales de fiesta al ponerte pantalones o una falda por debajo de la rodilla.
  33. Ves a tu compañero de piso pedir comida china o pizzas tres veces a la semana.
  34. Estas hablando con un escocés y te ríes de una gracia que no has entendido.
  35. Has visto a un escocés lanzar un tronco de mas de tres metros como si fuera un chupa-chups.
  36. Has subido y bajado montañas al más puro estilo Highlander. (Por la parte más inclinada y casi rodando).IMG_5733.JPG

Y por último, sabes que has vivido en Escocia cuando has vuelto enamorado/a del país, de sus paisajes, de su olor, de su rutina, de su color, de su tiempo, de su naturaleza. Y sobre todo y lo más importante, de su gente.

Y para terminar y como dato curioso, os voy a contar la leyenda sobre el mítico cardo escocés que he puesto como foto principal. En realidad, nadie sabe con seguridad cómo el cardo de flor morada llegó a adquirir tanta importancia. Una leyenda sostiene que un grupo de guerreros escoceses que se encontraba durmiendo se salvó de ser atacado por un ejército de invasores nórdicos cuando uno de estos pisó la planta.

Su grito de dolor despertó a los adormilados guerreros que derrotaron debidamente a los invasores y adoptaron el cardo como símbolo nacional.

Por supuesto, no hay ni un solo dato histórico que respalde esta versión, pero no deja de ser una historia entretenida. 🙂

Os animo a que me dejéis comentarios sobre otras anécdotas que os hayan ocurrido viviendo fuera y así pueda seguir ampliando la lista. Nos vemos la próxima semana por tierras…portuguesas. 😉

15 Curiosidades sobre Edimburgo | Escocia

A 1.730 kilómetros de casa…

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Aún estoy intentando hacerme a la idea de que esta es mi última semana aquí. En 3 días cogeré un taxi al aeropuerto para poner rumbo a Madrid. Así que después de dos meses maravillosos, me toca ir diciendo adiós a todo…

dsc_3247
Calton Hill, Edimburgo

El pasado fin de semana decidí bajar a Edimburgo a despedirme de la ciudad y mientras caminaba por la High Street pensé en la cantidad de cosas diferentes que tiene este lugar y se me ocurrió hacer una entrada con las principales curiosidades que para mí, convierten la capital escocesa en una ciudad única.

He elegido las 15 curiosidades que más relevantes me parecen, así que allá vamos:

1. Iglesias que no son Iglesias

No sé que nos pasa cuando viajamos a otro país, pero siempre que vemos una Iglesia, nos entran unas ganas tremendas de entrar a verla (Seamos cristianos o no). Normalmente son gratis, se ven rapidito y nos aportan un rollito cultural…

dsc_2157

El caso es que eso fue lo que decidí hacer la primera vez que llegué a Edimburgo. Fui a visitar una Iglesia y para mi sorpresa, nada más entrar me encontré rodeada de gente bailando y bebiendo en medio de una pista. Sí, la Iglesia en la que había entrado era en un enorme Pub descontrolado.

dsc_2036

Debido al decrecimiento de la población católica y el desuso de las costumbres, desde hace varios años, muchas de las Iglesias han sido convertidas en Pubs, discotecas, librerías, restaurantes e incluso colegios.

2. Se puede escupir en la calle (siempre que se haga en el lugar adecuado)

Y el lugar adecuado del que estoy hablando es el Corazón de Midlothian. Se trata de un empedrado situado frente a la entrada del antiguo Ayuntamiento, que posteriormente fue una cárcel. Es curioso que, en una ciudad en la que está prohibido escupir en el suelo, sea tradición hacerlo sobre este corazón. El origen de la tradición se debe a la indignación ante los impuestos que marcaba el ayuntamiento o al desprecio a las condenas de la cárcel. Hoy en día se dice que los que lo pisan no conocerán el amor verdadero, mientras que los que lo escupen sí.

fwsffd.jpg
Corazón de Midlothian, Edimburgo

3. Todos los bancos tienen dueño

Si eres un poco observador y te fijas mientras paseas por las calles de Edimburgo, podrás ver como casi todos los bancos de la ciudad tienen una chapita con una dedicatoria. Se trata de un recordatorio que pagan anualmente familiares de personas fallecidas en su memoria.

DSC_2548.JPG
Banco dedicado a John Lennon en Princess St

Al sentaros en un banco fijaros en la inscripción, puede que sea en recuerdo a Mary de su familia que no la olvida, o tal vez sea el banco de John Lennon como el que veis en la foto. A mi personalmente, me encantó esta iniciativa.

4. The World’s End – El fin del mundo

Antiguamente, para los ciudadanos de Edimburgo “El fin del Mundo” se encontraba al sur de High Street. Allí se encontraban las murallas que protegían la ciudad vieja y pocos eran los valientes que se atrevían a salir.

Hoy se pueden ver algunos adoquines dorados que marcan el punto exacto en el que terminaba la ciudad y, justo enfrente, un bar que hacia frontera con el nombre del lugar, «The World´s End». Por cierto, las cervezas allí están de muerte 😉

DSC_2556.JPG
The World’s End Pub, High Street

5. Suicidios en North Bridge

El Puente del Norte comunica el New Town con la Old Town, pero no es conocido por esto, sino por el elevado nivel de suicidios que tienen lugar en él.

dsc_3217
Puente de North Bridge, Edimburgo

Tras intentar colocar diferentes barreras para tratar de disuadir a los suicidas, hoy en día sólo se mantiene una pequeña inscripción con el número del «teléfono de la fe».

dsc_3218
Número de la «Fe», North Bridge

6. Kilt, la falda escocesa

Pues sí. No son todos los escoceses ni siempre, pero podrás encontrarte por las calles de la ciudad algunos que lo lleven. A veces resulta extraño el ver a elegantes hombres de camisa, chaqueta, brillantes zapatos y de repente, falda.

dsc_3189
Celebración de Boda con una Kilt, Victoria St

Sí, el kilt es un atuendo que proviene de las más profundas raíces de Escocia y hoy en día los escoceses lo llevan con mucho orgullo, aunque se suele usar, sobre todo, en ocasiones especiales. Atención: los hombres no eligen el color  que más les gusta, si no que el estampado depende de cada clan.

7. Gaiteros por naturaleza

Otro clásico básico. Los gaiteros en Escocia son casi como los gitanos con guitarra y cajón en Sevilla. Se ponen a tocar en los lugares más insospechados: en plena calle de Edimburgo o a las puertas de un castillo perdido en medio de las Highlands.

dsc_1567
Gaitero, Royal Mile

Supongo que para los escoceses no son nada del otro mundo pero a mi me maravilló lo bien que tocaban y, sobre todo, cuánto tiempo pueden estar dale que te pego sin descanso. ¡Vaya pulmones tienen los señoritos!

 

dsc_1479
Gaiteros, Grassmarket

8. Edimburgo, una ciudad joven

Parece una tontería, pero es algo en lo que siempre me fijo en Edimburgo y que me gusta muchísimo: la ciudad está llena de gente joven.

dsc_1562
Puestos de comida en Grassmarket, Edimburgo

Será porque tiene cuatro universidades que acogen a más de 100.000 estudiantes (la quinta parte de la población), será por que es una ciudad muy animada y con muchas ofertas de trabajo, por sus festivales veraniegos, porque no es tan grande como para agobiarse ni tan pequeña como para sentirse un marginado del mundo… no lo sé, pero el ambiente es una pasada.

dsc_2130
Fringe Festival, Edimburgo

9. Orgullo patrio

Si en España sacas una bandera española, eres un facha. Si sacas una ikurriña o una estelada, eres un nacionalista-terorrista. En Escocia tienen más sentido común y ondean sus banderas orgullosamente en todos los sitios susceptibles de colgar una: en lo alto de los edificios, en el castillo de Edimburgo, en cualquier edificio público (esto como en España), pero también en bares, librerías, tiendas de ropa, de souvenirs, casas particulares… la bandera escocesa, también llamada saltire o Cruz de San Andrés, es azul con un aspa blanca y nunca se pierde de vista.

dsc_2814
Highland Games, Pitlochry

Su leyenda cuenta que en el 832, el rey Angus II de los Pictos dirigió a los escotos a luchar contra los anglos. Pronto se vieron rodeados por estos últimos y pensaron que iban a morir, así que se pusieron a rezar. Durante la noche, San Andrés se apareció al rey y le prometió la victoria. Al día siguiente, una cruz blanca como aquella en la que había sido martirizado el santo apareció sobre el cielo azul, en el campo de batalla, y esto dio a los escoceses una valentía que hizo que derrotaran a los ingleses. Desde entonces, es su emblema.

10. Tribus urbanas

En una ciudad con tanta gente joven, no es raro encontrarse heavies, punkis, góticas, hippies, rastafaris y demás fauna urbana. Está genial que la ciudad sea tan variada; hay muchas tiendas de música especializadas, de ropa, y multitud de garitos con música de todo tipo.

dsc_3220

11. Gente pelirroja o Gingers

Menos mal que ya no se quema a las pelirrojas en la hoguera como en los tiempos medievales, porque en Escocia se quedarían 4 gatos: un 13% de su población tiene el pelo de este color. El caso es que en esta ciudad es muy habitual cruzarse con hombres y mujeres de llameantes cabelleras. ¡Mola bastante!

12. Los «closes» – Callejones Oscuros

dsc_2144

En cualquier otra ciudad serían los bajos fondos sin más, pero en Edimburgo tienen personalidad propia.

dsc_3195Siglos atrás, estos callejones fueron el escenario de brutales asesinatos, robos y otros crímenes, ya que los maleantes se aprovechaban de que eran zonas oscuras y solitarias. Pero hoy en día su fama es bien distinta, pues se han convertido, en muchos casos, en pequeñas obras de arte arquitectónicas y son muy codiciados; de hecho, algunos son privados y no se pueden ver.
dsc03235Merece la pena adentrarse por los que aún son públicos, ya que desde varios de ellos se puede gozar de muy buenas vistas de Edimburgo y muchos tienen, además, alguna tienda o tabernita escondida.

dsc_1585

Cada uno lleva por nombre el gremio a cuyas casas o comercios se accedía a través de ellos. así, está el de los abogados, el de los pescadores, el de los carniceros…

13. Victoria Street y Harry Potter

Subiendo de nuevo hacia la Royal Mile pasaremos por una de las calles más bonitas y singulares de la ciudad, Victoria Street. Mi calle favorita.

dsc_2600Sus casas están pintadas de colores y los bajos están repletos de comercios y tiendecitas de artesanos. Según parece, fue esta calle la que sirvió a J.K. Rowling para inspirarse en el célebre callejón Diagón de los libros de Harry Potter.

 14. Tiendas de souvenirs

Cualquier cosa susceptible de llevar cuadros que uno pueda imaginar se encuentra aquí: faldas de tartán, camisas, camisetas, gorros, bufandas, calcetines, medias, llaveros, imanes…

dsc_3212

Por supuesto, también se venden las famosas galletas de mantequilla Walkers en todas sus formas y tamaños. Riquísimasssss

15. Bobby, el perro más fiel de Edimburgo

Greyfriars Bobby fue un perro de la raza Skye Terrier que se hizo conocido en Edimburgo en el siglo XIX por permenecer junto a la tumba de su dueño, durante 14 años, hasta su muerte el 14 de enero de 1872.

dsc_2563

Este es el cementerio donde, a parte de personajes mundialmente conocidos como Adam Smith o David Hume, descansa Bobby, enterrado también en este lugar.

dsc03256

Ahora sí y para despedirme totalmente de la ciudad y de vosotros, os dejo un recopilatorio de algunas de las fotos que he ido capturando durante este tiempo. ¡Que las disfrutéis!

¡Hasta pronto Edimburgo!

dsc_3252

Isla Skye y Highlands en tres días | Escocia

A 2.750 kilómetros de casa…

¡Ya estoy aquí otra vez!

Hace dos días que volví al trabajo después de mi casi-semana de vacaciones.

El pasado miércoles 7 de Septiembre vino mi novio a verme a Escocia. Quería aprovechar la visita para enseñarle sitios que conozco pero también para ver nuevos lugares y viajar un poquito más.

dsc_2530
Calton Hill, Edimburgo

Los dos primeros días los pasamos en Edimburgo empapándonos de la cultura de la ciudad (Y de agua).

Nos alojamos en el Bed & Breakfast Braveheart Guest House para así poder aprovechar mejor los dos días y poder ver la noche en la ciudad. Una ruta de diversos Pubs que organicé y que merece la pena si tenéis la oportunidad de pasar una noche en Edimburgo.  Eso sí, cuidado con los fantasmas que merodean por allí…

Bandas de Rock tocando en directo, bailes típicos escoceses, tabernas encantadas llenas de laberintos, música de los 80, música dance, Pop, comercial y muy buen ambiente hacen que las noches en Edimburgo queden para el recuerdo. Punto negativo: Los Pubs cierran a las 00:00h.

DSC_2713.JPG
Castillo de Edimburgo

Pasados los dos días en Edimburgo, decidimos alquilar un coche durante 4 días para movernos por el país. Un Corsa blanco, bonito y bastante sencillo.

El conducir por la izquierda no se hace tan difícil quitando las dos primeras rotondas que tienes que girar en el otro sentido. Para mi el problema fue el cambio de marchas con la mano izquierda. Muy raro. Pero como siempre, a todo te acostumbras.

DSC_2716.JPG
Catedral de Saint Andrews

Ese día lo dedicamos a ver la zona cercana a donde vivo. Saint Andrews, una ciudad famosa por ser la cuna del Golf a nivel mundial.

dsc_2745
Old Course, Saint Andrews

Pasamos por varios pueblos y finalmente cenamos con la familia de Pitcairlie, lugar del que hable en mi anterior entrada. Como siempre, sintiéndome en casa.

img-20160909-wa0008
Cena en Pitcairlie

Ese día dormimos en «my flat» y dejamos preparado todo lo necesario para los siguientes 3 días que haríamos un recorrido por las Highlands y la Isla de Skye.


2016-09-15_15h09_24
Itinerario y paradas  durante 4 días por Escocia (826 millas)

Día 1: Pitlochry – Inverness – Fortrose

El primer día salimos bien temprano dirección Pitlochry. Llegamos sobre las 11 de la mañana y pudimos disfrutar de los Highland Games.dsc_2784

¿Que son los Highland Games?

dsc_2815Los Highland Games no son más que una especie de Juegos Olímpicos escoceses llenos de gente, gaitas y sobre todo, fuerza. Mucha fuerza. Así son los escoceses…les gusta competir en juegos tales como lanzar un tronco pesado de mas de 3 metros o tirar de una soga durante mas de 30 minutos para ver qué equipo es el más fuerte. Brutos por naturaleza. Eso sí, el ambiente muy muy bueno y 100% recomendable.DSC_2796.JPG

Pasamos el día hasta las 4 de la tarde que nos pusimos rumbo a Inverness, la capital de las Highlands. En Inverness paseamos por la ciudad y antes de que anocheciera decidimos buscar un sitio para acampar.bridge-in-inverness_inverness_27509740.jpgFortrose fue el destino donde nos asentamos. No porque fuera bonito, si no porque se nos echaba la noche y teníamos que elegir un lugar asequible para dormir. Pero sí, acertamos 🙂

Día 2: Fortrose – Lago Ness – Isla Skye

El segundo día despertamos con unas vistas tal que así:dsc_2853

Desayunamos las famosas -Palmeritas de Morata de la Luisi- y nos pusimos en camino dirección : Lago Ness. Tras conducir por una carretera bastante estrecha y llena de curvas, bordeamos el inmenso lago hasta llegar a Urquhart Castle que básicamente es un Castillo en ruinas donde hay muy buenas vistas hacia el lago.dsc_2854

Había mucha gente y teníamos que pagar 16 libras para acceder a esa zona así que decidimos seguir bajando la carretera por nuestra cuenta hasta que encontramos un rincón apartado con unas vistas muy buenas del oscuro y profundo lago. Aun así, Nessie se nos hizo de rogar y no apareció. 😉DSC_2857.JPG
Continuamos la ruta hasta Fort August y de ahí nos desviamos hacia Invergarry donde pusimos rumbo a la Isla Skye.DSC_2880.JPG

Pasamos por el famoso Eilean Donan Castle, una parada imprescindible para disfrutar de las vistas del famoso Castillo que data del año 1220. Nuevecito vamos…DSC_2890.JPG

Diez minutos después, pasamos por el puente que conecta con la isla y por fin entramos en Skye.

2016-09-14_15h09_34
Itinerario que recorrimos en 24h por la Isla Skye
Si existe un lugar que reúna todo lo que uno espera encontrar cuando hace turismo en Escocia, ése es sin duda la Isla de Skye:DSC_2936.JPG
Esta isla situada al noroeste del país puede presumir de tener los paisajes más impactantes gracias a su naturaleza. 
Castillos aislados por los que parece no haber pasado el tiempo, unos cuantos pueblos que apenas reúnen un puñado de coloridas casas, unos pocos alojamientos de Bed & Breakfast repartidos en mitad de parajes de una belleza que cuesta olvidar.
dsc_2951
Llegamos a comer a Portree, considerada la capital de Skye. Este pequeño pueblo es un buen punto de partida desde el que recorrer la isla, y la imagen de sus casas de colores en el puerto una de las más bonitas.

Nuestro siguiente punto iba a ser The Old Man también conocido como The Storr. Y sí, digo «iba a ser» porque debido al mal tiempo no pudimos subir.
Fue una pena porque para mi, fue una de las mejores vistas que he tenido nunca y que recuerdo de la última vez que estuve aquí  hace 9 años.

old-man-of-storr

El problema no fue la lluvia, si no el fuerte viento que hizo durante los dos días que pasamos y que nos limitó ciertos puntos. Así es el tiempo en Skye. Suerte.DSC_2953.JPG
Así que ese día decidimos cambiar de ruta y me puse a conducir durante horas y horas intentando parar en sitios que nos permitiesen bajarnos del coche sin que saliéramos volando. En serio, ver para creer.DSC_2929.JPG
Conseguimos llegar al Neist Point por una carretera de infarto, llena de curvas, charcos y ovejas.
dsc_2950
Neist Point es un punto extremo de la isla donde hay un faro en en borde de un enooorme acantilado. Para mi el lugar más impactante de todo Skye. (No tengo fotos por la niebla que había, pero os dejo un enlace aquí por si lo queréis ver). También dicen que es el mejor lugar para poder ver delfines y ballenas en libertad.DSC03345.JPG
Fue un auténtico privilegio el poder viajar por la isla sin cruzarnos con ningún coche durante kilómetros y kilómetros.
DSC_2928.JPGA la vuelta de Neist Point, seguimos bordeando la Isla hasta llegar a Uig, un pueblecito pesquero donde decidimos dormir. Esta vez en el coche.
dsc_2912

Día 3: Isla Skye – Fort William – Glenrothes

Nos despertamos en Uig a las 8 de la mañana y seguimos rumbo hacia el norte de la isla para mas tarde bajar y completarla. Desayunamos con vistas al mar.dsc_2933dsc_2931
Cumplimos con nuestra obligación y vimos la cascada Kilt Rock y el aliviadero de un lago que está a pocos metros del mar, pero bastante más alto
dsc_2966
Cascada de Kilt Rock, Skye

Este fue el único momento que apareció un  rayito de sol y claro, tuvimos que inmortalizarlo.

dsc_2956
Cascada Kilt Rock, Skye

También pasamos por el museo de las Highlands donde se veían casitas solitarias y por la montaña del Old Man,  que una vez más, nos tuvimos que conformar con verlo desde lejos.DSC03339.JPG

Me encantó la sensación de sentirnos solos allí, escuchando música en el coche mientras veíamos aquellos paisajes. Ni un alma se movía por la isla. Bueno miento, de vez en cuando alguna oveja temeraria se ponía en medio de la carretera.Ruta-por-la-isla-de-Skye-en-coche-Escocia-17.jpg
Al salir de la Isla bajamos hasta Fort Williams donde comimos un señor menú escocés y paseamos por la ciudad. Nos desviamos hasta Mallig donde se encuentra el Glenfinnan Viaduct, también conocido como el famoso puente de Harry Potter.dsc_2988dsc03353
Pasadas las 6 de la tarde nos pusimos camino a Glenrothes, –Mi casa- y en menos de 3 horas llegamos. Aun nos quedaba un día por delante, pero la nostalgia de saber que se acababa el viaje no nos la quitaba nadie.
El siguiente y último día, devolvimos el coche por la mañana pronto y dedicamos la tarde a ver –foquitas bonitas y graciosas- que siempre están tumbadas en unas rocas de un pueblo llamado Kirkcaldy (Kekooory para los escoceses).

Y así finalizamos nuestro viaje, con lugares increíbles guardados en la memoria y con 1.330 kilómetros bajo nuestras cabezas. Gracias por leerme y…

¡Nos vemos muy pronto!

«Me gusta viajar, pero también me gusta volver» Pitcairlie | Escocia

A 2.457 kilómetros de casa…

El pasado sábado me despertó la luz del sol a eso de las 7 de la mañana. En mi habitación no tengo persianas y aquí en Esocia amanece a las 5:20…maravilloso todo. La noche anterior habíamos salido de fiesta por Dundee y me había acostado tarde.

IMG_20160731_164846.jpg

Aún no tenía muy claro cómo planificar mi fin de semana, sólo pretendía poder dormir una horita más… Y bueno, tras remolonear un poco, decidí levantarme y empezar a hacer algo productivo. Desde que llegué a este país tenía en mente volver a la casa que expliqué en mi primera entrada, el lugar donde estuvimos mi familia y yo un mes y medio durante dos veranos consecutivos. Quería ir a ver aquella finca enorme y también quería visitar a Bill y Muriel, la familia a la que alquilamos la casa y con la que durante ese tiempo hicimos muy buena amistad. Seguir leyendo ««Me gusta viajar, pero también me gusta volver» Pitcairlie | Escocia»

Back to Scotland | Escocia

A 1.730 kilómetros de casa…

Hay viajes que marcan la vida de un viajero, y ese para mí fue mi viaje a Escocia en el año 2007. Hoy, nueve años después, vuelvo a esa parte finita del planisferio para reafirmar que eso que en su momento me hizo vibrar tanto, sigue estando ahí. He titulado esta entrada como “Back to Scotland” pues recordar esas latitudes, me hace teletransportarme instintivamente a ese lugar.

Sin título

Escocia no fue el primer destino que visité, pero a mis 11 años fue el viaje que más me marcó y a día de hoy, sigue siendo mi debilidad. Aquella vez, mis compañeros de viaje fueron mis padres y mi hermana, aunque durante el viaje recibimos visitas de algunos amigos y familiares.

Seguir leyendo «Back to Scotland | Escocia»